BOSTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, describió el ataque en la maratón de Boston como un "un acto de terrorismo", mientras que investigadores dijeron que no hallaron más explosivos que los que estallaron cerca de la línea de meta, un factor que podría complicar el caso.
Funcionarios de seguridad, que pidieron al público entregar fotos o videos tomados sobre la prueba y tras las explosiones, no dieron a conocer posibles pistas en la investigación. No hay arrestos aún. Y la secretaria de Seguridad, Janet Napolitano, afirmó que no hay indicios de que las dos explosiones, que dejaron tres muertos y más de 170 heridos, sean parte de un complot más amplio. Desde Islamabad, los talibanes paquistaníes anunciaron que no estuvieron implicados en el atentado. "No sabemos quién perpetró el ataque y cuál era su propósito", advirtió en conversación telefónica el portavoz del grupo Tehrik-e-Taliban, Ehsanullah Ehsan. "No daremos una respuesta formal hasta que los autores emitan algún comunicado", señaló.
"Cuando se usan bombas contra civiles inocentes, es un acto de terrorismo", planteó el mandatario.
"Lo que todavía no sabemos es quién es responsable de los ataques o por qué, si fue planeado y ejecutado por una organización terrorista -local o extranjera- o si fue un acto de un individuo malintencionado", agregó. En respuesta al peor ataque en el país desde que se elevaron los estándares de seguridad tras los atentados del 11 de septiembre del 2001, el presidente pidió a los estadounidenses que se mantuvieran alertas. Anoche, la Casa Blanca informó que el mandatario viajará mañana a Boston para participar en el servicio interreligioso en honor a las víctimas.
En el aeropuerto Logan de Boston, dos pasajeros y sus equipajes fueron removidos de un vuelo de Unite. Un avión de US Airways que llegó a Logan desde Filadelfia tuvo que ser apartado a una esquina del aeropuerto para la inspección de una valija sospechosa. Luego, se determinó que la maleta no representaba peligro alguno. En Nueva York, escuadrones anti explosivos fueron convocados al terminal central del Aeropuerto de La Guardia, que fue evacuado después de que las autoridades descubrieran un paquete sospechoso.
En Boston, cirujanos que trabajaron en los hospitales dijeron que la mayoría de los heridos sufrían cortes en las partes inferiores del cuerpo, y que a varios de ellos se les removió restos de metralla, incluyendo esferas metálicas y lo que parecían ser clavos de carpintero.
La inclusión de materiales como clavos en las bombas recuerdan al atentado de 1996 en los Juegos Olímpicos de Verano de Atlanta, donde murieron dos personas y alrededor de 150 resultaron heridas.
Una joven de 29 años, Krystle Campbell y el niño de ocho años, Martín Richard, son dos de las tres víctimas fatales que pudieron ser identificadas. Su papá, Bill Richard había participado de la maratón; su esposa resultó gravemente herida en la explosión y a su hija de seis años, le amputaron una pierna debido a las lesiones. La policía recuperó fragmentos de una tela sintética negra que podría pertenecer al bolso usado para ocultar una de las bombas que estallaron. (Ruters-DPA-Télam)